jueves, 18 de marzo de 2010

PREMISA DE TRABAJO - Realizada en 5º y 6º año - Decodificación de un texto, su representación gráfica.


Como primeras actividades se trabajara la percepción, se habla con los alumnos sobre la importancia de esta y su relación con los hechos artísticos, ¿Como percibo la realidad?
Se les alcanza material teórico y se realiza el siguiente ejercicio, se les dan tres textos tomados desde el libro "El arte como oficio", de Bruno Munari. En el cual se hacen breves definiciones de objetos naturales desde la mirada de un diseñador industrial, por lo tanto los alumnos deberán decodificar en elemento y seguir los siguientes pasos:

1- Lectura atenta y realizar varios croquis a medida que de pistas sobre el elemento.
2- Luego de las partes bocetadas se deberá realizar la representación gráfica del elemento, técnica libre.
3- Realizar un trabajo en donde ese elemento toma total relevancia, será centro de interés y deberá comunicar algo.



¿Puede establecerse un paralelo entre los objetos proyectados por el diseñador y los producidos por la naturaleza? Algunos objetos naturales tienen elementos en común con los objetos proyectados: ¿Qué es la cáscara de una fruta sino el “embalaje” de dicha fruta? Hay varios tipos de embalaje para cada tipo de fruta, desde los cocos a los plátanos. Además, podría razonarse sobre algunos objetos naturales en el idioma del diseño y descubrir cosas interesantes.

LECTURA 1


El objeto está formado por una serie de continentes modulados en forma de tajada, dispuestos circularmente en torno a un eje central vertical, al cual cada elemento apoya su lado rectilíneo mientras que todos los lados curvos, vueltos hacia el exterior producen, en el conjunto, una suerte de esfera.
El conjunto de estas tajadas o gajos está envuelto en un embalaje bien caracterizado, tanto desde el punto de vista de la materia como del color: bastante duro en la superficie externa  revestido con un acolchado mórbido interior, de protección entre el exterior y el conjunto de los continentes. Todo el material es de una misma naturaleza en su origen, pero se diferencia oportunamente en cuanto a la función.
Cada continente, a su vez, está formado por una película plástica, suficiente para contener el jugo pero bastante maniobrable en la descomposición de la forma total. Cada gajo se mantiene unido por un adhesivo muy débil. El embalaje, cual hoy se hace, no ha de devolverse al fabricante, sino que se puede tirar.
Cada gajo tiene exactamente la forma de la disposición de los dientes en la boca humana, por lo cual, una vez extraído del embalaje, puede apoyarse entre los dientes y, con una ligera presión, romperlo y extraer su jugo. Los gajos contienen, además del jugo, pequeñas semillas de la misma planta que engendró el fruto: un pequeño homenaje que la producción ofrece al consumidor en el caso de que éste quisiera tener una producción personal de tales objetos.
Obsérvese el desinterés económico de semejante idea, y, por el contrario, la ligazón psicológica que se forma entre consumo y producción: nadie, o muy pocos, se pondrán a sembrar…………, pero el ofrecimiento de esta concesión, altamente altruista, la idea de poderlo hacer, libera al consumidor del complejo de castración y establece una relación de confianza autónoma recíproca.
La……….., por esto, es un objeto casi perfecto en el que se encuentra la absoluta coherencia entre forma, función y consumo. También el color es exacto, azul sería enteramente equivocado.
La única concesión decorativa, si así puede decirse, es la búsqueda “matérica” de la superficie del embalaje, tratada como “piel de naranja”. Acaso para recordar la pulpa interna de los gajos. A veces, un mínimo de decoración, perfectamente justificado, puede ser admitido.

LECTURA 2
Píldoras alimenticias de diversos tamaños, confeccionados con estuches bivalvos muy elegantes en forma, color, materia, semitransparencia y cuya apertura es notablemente sencilla.
Tanto el mismo producto, como el estuche y el adhesivo derivan todos ellos de un único origen de producción. No hay aquí elaboración de materiales diversos, que hayan de ser montados luego en una fase final de acabado, sino una programación del trabajo exacta, ciertamente fruto de un trabajo en equipo.
El objeto es monocromo, pero con sensibles variaciones de tono. Esto le da un aspecto apenas sofisticado, pero que afronta también el gusto de los consumidores más alejados de una cultura actual. El color es un verde, cierto verde conocido con la denominación popular de “verde guisante”, color bien calculado desde el inicio de la producción y que no ha sido cambiado hasta hoy. Este color ha determinado influencias cromáticas incluso en la moda y en el equipo, en torno a los años veinte y treinta de este siglo. La forma de las píldoras es bastante normal aunque parezca haber habido preocupación por variar su diámetro; lo que más resalta por su originalidad y a la vez, por la simplicidad de construcción, es el estuche. Se compone de dos elementos iguales y simétricos (como es usual al proyectar en la actualidad por razones de economía productiva), cóncavos en la medida necesaria para contener las píldoras de las cuales tienen la impronta, tanto de la forma como del número y situación. Los dos elementos quedan unidos por un modo perfecto (hay que tener en cuenta que están expuestos frecuentemente a la lluvia) por un adhesivo en el lado más largo. Manteniendo el estuche entre los dedos índice y pulgar y haciendo una ligera presión con ellos, el estuche se abre de arriba abajo dejando ver todas las píldoras bien alienadas por orden de tamaño.
Una característica típica de esta producción es la variación en la serie. Problema muy discutido en varios congresos mundiales de proyectistas: cada variación posible aumenta las posibilidades de venta, a condición de que las condiciones del producto sean siempre las mismas. En el caso de la producción de……...se halla una excesiva variación: se pueden hallar en el comercio continentes de docenas de píldoras, de diez, ocho, siete, etc, hasta dos y a veces de un solo ……..Excesiva variación, en definitiva, es cierto desperdicio. ¿Quién comprará un solo………y lo exigirá en su continente? Es obvio. Con todo, desde hace miles de años este producto sigue siendo producido de este modo; el consumidor no hace caso de este detalle. Sea como fuere, es posible que esta excesiva variación sea el resultado de un error en la búsqueda de mercado, hecha ciertamente antes de decidir tan gran producción, y en uso hoy todavía por negligencia burocrática.

LECTURA 3
Una concepción racional de la función social del diseño industrial no puede sino renegar de la producción, por otro lado muy difundida, de objetos en absoluto inútiles para el hombre.
Objetos nacidos no se sabe cómo, con fines ligados sólo al más trivial sentido de la decoración, gratuitos e injustificados, si bien, en ciertos casos, formalmente coherentes. Sábese, con todo, que la coherencia formal por sí misma no basta para justificar objetos producidos sin un análisis previo de las posibilidades del mercado. Uno de estos objetos es la…………….
Objeto de inmensa producción (verdaderamente caótica y desordenada, en la cual la economía productiva no se toma en consideración para nada), formalmente coherente y agradable en el color, de matices vivos, cálidos todos ellos, con los canales de distribución de la linfa bien calculados y distribuidos con precisión excesiva también en zonas que están ocultas a la vista, pétales de elegante curvatura (piénsese en un Pininfarina, mien tras su cáliz recuerda la línea Venini 1935), la clara disposición alternada de las hojas dentadas con nervaduras visibles; no son elementos suficientes para justificar un objeto de uso tan difundido.
¿Cómo puede un consumidor, con intereses aún no diferenciados, apreciar semejante objeto?
¿Y por qué las espinas? ¿Para crear cierto suspense o para crear un contraste entre la suavidad del perfume y la agresividad de esos artilugios? Grosero contraste en absoluto apreciado por los consumidores de artículos de precios mínimos.
Por ello, es un objeto absolutamente inútil para el hombre. Un objeto que sólo sirve para ser mirado, o, al máximo, para olerlo (parece ser, de otro lado, que hoy la producción ha lanzado al mercado…………sin perfume), objeto sin justificación, objeto que invita al trabajador a pensamientos fútiles. Objeto incluso inmoral.

5º AÑO - SUS PRODUCCIONES...





6º AÑO -